Capítulo 578
Capítulo 578
Natalle fingió no oír y subió a su coche para marcharse.
Pronto se difundió la noticia de que Leonardo y Fausto se habían peleado por Natalie en el
restaurante.
Tina corrió hacia Natalie, -¡Natalie, alguien grabó un vídeo de Leonardo y Fausto peleándose y lo colgó en Internet, diciendo que se pelearon porque estaban celosos de ti!
Natalie:
No debía ir a comer hoy.
-Por cierto, ¿le gustas mucho a Fausto?
Mirando a la curiosa Tina, Natalie se frotó un poco la comisura de la frente con impotencia, -Bueno, pero ya se lo he dejado claro hoy.
—¿Así que Leonardo se enfadó y se peleó con Fausto porque pensaba que tú y Fausto estaban saliendo?
Natalie negó con la cabeza, -No lo sé, deja de hacer preguntas y vete a trabajar. Owned by NôvelDrama.Org.
Después de que Tina se fue, Natalie cogió un documento para leer pero no podía concentrarse, dejó el documento y se apoyó en el respaldo de su silla para descansar.
En la familia Ruiz.
Edisen estaba enojado, miró fijamente a Fausto y le dijo: -Te dije que te buscaras una novia, ¡pero no te dije que te involucraras con la ex mujer de Leonardo! Te peleaste con Leonardo en un lugar público, ¿no pensaste en avergonzar a la familia Ruiz?
Y la familia Ruiz y la familia Ramos tenían muchos negocios, no era bueno que se pelearan.
Fausto se arrodilló frente a Edisen y le dijo con mirada firme: -Abuelo, la persona que me gusta es Natalie. Si quieres ver nacer a mi hijo, debes apoyarme a perseguirla.
-¡Tú!
Edisen levantó el bastón para golpearle, pero se contuvo y se sentó para persuadirle: -¡Te puede gustar cualquiera, pero no la ex mujer de Leonardo!
Sería una pérdida absoluta para la familia Ruiz si ofendiera a la familia Ramos por esto.
¿Y Fausto sería un chiste de Monteflor si se casaba con una divorciada?
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Sólo me gusta ella, o me dejas en paz, o no me obligues a buscar novia en el futuro, abuelo, tú eliges.
Edisen se rló, -¿Me pides que elija? ¡Me estás obligando a aceptar!
Fausto enderezó la columna, -Nunca me gustará nadie más en mi vida.
Edisen dijo enfadado, -Te gusta ella, ¿le gustas tú a ella? ¿Te llamó o te mandó un mensaje después de que Leonardo te golpeara?
-No me importa.
-¡No tienes que insistir! No acepto que una divorciada se case contigo, y sólo puedes culpar por no haberse conocido antes.
La mirada de Fausto no cambió, -Entonces prepárate que no me casaré ni tendré hijos.
-¡Tú! ¡Estás intentando cabrearme!
Viendo el pecho de Edisen agitado por la ira, el mayordomo se apresuró a tranquilizarlo. -Fausto, obedece a tu abuelo, ya sabes que tu abuelo no puede enfadarse.
Fausto se levantó y dijo: -Abuelo, dejo de enfadarte aquí, si no tienes nada que hacer, vete de viaje, no te preocupes por mí.
Edisen le señaló y dijo enfadado: -¿Qué tonterías dices? ¡Fuera! ¡Me enfado cuando te veo!
Fausto no dijo nada, se dio la vuelta y se marchó.
El mayordomo le dijo a Edisen, mientras lo tranquilizaba: –Señor, los jóvenes saben qué hacer, usted no tiene que preocuparse por ellos.
A mí me da igual, ¡seguro que la ex mujer de Leonardo no se enamora de él!