Capítulo 517
Capítulo 517
Bryan sonrió y dijo despacio, Hoy está de mal humor, está enfadado con todo el mundo, no te
preocupes.
Natalie asintió, -¿Cómo estás?
-Enfermedad crónica, dije que estaba bien, pero Xico insistió en hospitalizarme.
-Es mejor que te hagan un examen para saber algo.
-Bueno, ¿por qué has venido a verme hoy? Te he visto en la tele los últimos seis meses. Tu empresa va muy bien, pero tienes que cuidar tu salud, has perdido mucho peso.
Mientras hablaba, había una preocupación indetectable en su mirada.
Natalie enarcó las cejas, -¿De verdad? Hoy en día, la delgadez es lo más bonito. Si hubiera adelgazado, estaría más que contenta.
-Te ves bien, y no es bueno para la salud estar delgada.
Natalie se rió, -Deberías preocuparte por ti primero, tú eres el que está en el hospital.
Bryan sonrió y cuando quería hablar, sintió un dolor agudo en la cabeza, como si alguien se la estuviera cincelando con un martillo.
-¡Ah!
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Se cubrió bruscamente la cabeza, con expresión torcida, las venas de la frente y los brazos abultados incapaz de soportar el dolor que iba a golpear contra la pared.
Natalie le agarró el brazo con una mano y pulsó el timbre con la otra.
Pronto, unos médicos y enfermeras entraron y, tras ponerle a Bryan una inyección analgésica, por fin s
calmó poco a poco.
Natalie frunció el ceño y estaba cavilando cómo el estado de Bryan podía ser tan grave cuando oyó un
voz sorprendida.
-Natalie, ¿qué haces aquí?
Natalie miró hacia atrás y se sorprendió al ver a Fermín, -Fermín, ¿qué haces aquí?
Fermín no contestó a lo que ella le preguntó, frunció el ceño y se acercó, -¿Por qué estás tan delgad
-¿He adelgazado? Me siento igual que antes.
¿Por qué Bryan y Fermin decian que habla adelgazado tanto?
Fermín la llevó a un lado, le tomó el pulso y le dijo preocupado: -¿No tomabas una de esas pastillas todos los días como dijo el maestro?
-Si. ¿por qué?
-¿Cómo te has sentido en los últimos seis meses? ¿Podias soportar el dolor de los ataques diarios?
Natalie asintió, -Bueno, apenas lo soporto, y una hora pasa rápido,
Aunque lo decía con facilidad, Fermín podía imaginar el dolor que sufría cada día, y aunque la medicina que le había dado el maestro pudiera aliviarlo, probablemente no sería mucho.
-Ahora estás muy débil, luego te daré una receta para recuperarte la fuerza.
Natalie se rió, -Fermín, ¿has olvidado que yo también soy doctora?
Fermín la miró enfadado, -Tú eres doctora. ¿Por qué no te cuidas bien? Luego te recetaré la medicina y
se la daré directamente a la farmacia, para que la farmacia la hierva todos los días y te la lleve.
Viendo que estaba un poco enfadado, Natalie asintió rápidamente, -De acuerdo, entonces te lo
agradezco.
Fermín preguntó: -¿Te trata bien Leonardo?
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Natalie frunció los labios y susurró: -Bien.
-¿Bien? ¿Así que has adelgazado en seis meses?
-Fermín, no lo culpes, ha estado trabajando en el Grupo Ramos hasta el amanecer, y yo no soy una niña.
Cuando ella defendió a Leonardo, Fermín dijo enojado: -¡Si te trata mal no se lo perdonaré!
-Vale, no hablemos de eso.
Fermín hizo una mueca y no dijo más.
-Por cierto, Fermín, ¿qué haces en el hospital?Text © 2024 NôvelDrama.Org.