Capítulo 415
Capítulo 415
Punto de vista de Gatherine
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Me di la vuelta y la mire extrañamente. -¿De qué sirve arrepentirse ahora? Me has hecho daño. Tengo suerte de no haber muerto. No suplicaré por alguien que quería que muriera. Prepárate para enfrentar la
sanción real.
-Soliamos ser colegas. ¿Tienes que ser tan despiadada? Si alguna vez salgo, te buscaré. ¿Me oyes?– Vanessa se enfadó al instante y gritó.
Los dos guardias lobos que estaban detrás de ella escucharon su amenaza y la regañaron de inmediato. ¡Cállate! Nunca tendrás una segunda oportunidad.
Al escuchar sus palabras, me rei con desafio y sali a paso firme.
Vanessa no sabia que la amenaza que acababa de hacerla condenaria, porque Blake no la dejaria escapar.
Blake nunca permitiria que ningún peligro acechara a su alrededor o a sus seres queridos, especialmente a su familia.
Al abandonar la sala del consejo de la manada real, me senté junto a Blake. Estaba mucho más aliviada, no tan preocupada como antes.
Blake extendió la mano y acarició suavemente la parte posterior de mi mano. -No pienses más en eso. Esa mujer no saldrá y dañará a otros de nuevo.
Me volvi para mirarlo sorprendida
El sonrió misteriosamente. En lugar de seguir con el mismo tema, me preguntó en voz baja: -Todavia es temprano. ¿Por qué no vienes a mi empresa conmigo?.
-No esperaba que estuvieras aqui-. Miré su apuesto rostro y luego me volví hacia la ventana.
Blake SC rió en voz baja. -Pensé que no te atreverías a venir a menos que yo lo hiciera.
Dije desaprobadoramente; -¿Por qué tendría miedo? Casi me mata Incluso quería abofetearla para desahogar mi ira.
De acuerdo. Sé que eres valiente. Solo me preocupaba por ti-. Blake finalmente me dijo la verdad.
Su mirada se detuvo en mi rostro y sentí que mi cara ardia. Quería huir.
-No pienses que pensaré diferente de ti solo porque sigues diciéndome esas palabras cursis. Me lastimaste antes. Y aquella vez en la reunión de apareamiento, te pusiste del lado de Gina y pediste a alguien que me echara sin piedad. No me digas que olvidaste esas cosas. Me ruboricé y enumeré las cosas que él me había hecho en el pasado.
Blake quedó ligeramente sorprendido.
Luego levantó la mano y subió ligeramente la manga, revelando la marca de mordida ya curada.
-¿No me mordiste también? Llamémoslo un empate.
Capitulo 415
En aquel entonces, estaba tan furiosi que le mordfla mano con todas las fuerzas que tenía.
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Yo tampoco lo sé. Simplemente no desaparece-, dijo Blake. No le importaba mucho. -Si crees que te humillé ese día, puedes morderme de nuevo. Pero esta vez, ¿puedes morderme en otro lugar?.
La luz del sol entraba desde fuera de la ventana. Solo había unos pocos rayos de sol entre los altos árboles, pero justo hacian brillar los ojos sonrientes de Blake.
Incluso bajo ese deslumbrante sol, los ojos de Blake seguían parpadeando encantadoramente, como si fueran incluso más brillantes que la luz del sol.
Mi corazón latia aún más rápido.
Odiaba y temía este sentimiento. Era como si sus ojos fueran como un enorme agujero negro que quisiera absorbenne sin piedad.
-No quiero morderte de nuevo. Llamémoslo un empate-. Era como si me hubieran obligado a llegar a un acuerdo de paz con él.
Mientras Blake charlaba conmigo, el coche ya estaba en la sede de su empresa.
Los dos edificios que se alzaban en el centro de innumerables rascacielos eran espectaculares.
Miré al hombre perezoso a mi lado.
Sus labios finos se curvaron en una sonrisa mientras miraba afuera.
Su rostro de perfil perfecto tenia líneas esculturales.
Me quedé atónita. Cuando me di cuenta de que estaba actuando como una adolescente, todo mi cuerpo
tembló.
-Ya que estamos aqui, ¿por qué no subes y te sientas un rato? Creo que aún no has estado en mi oficina.
Pensé que Blake lo hizo a propósito. Me distrajo para que no tuviera tiempo de rechazarlo.
-Ver estos dos edificios me recordó lo que Noah había dicho antes–dije emocionada.
Blake quedó ligeramente sorprendido. ¿Qué dijo?.
-Cuando llegamos por primera vez, vimos tus edificios de oficinas desde lejos. Noah dijo que queria entrar y echar un vistazo.
Blake sonrió. -Aparentemente, Noah y yo ya tenemos una conexión telepática. El puede venir a mi edificio de oficinas cuando quiera en el futuro. Copyright by Nôv/elDrama.Org.
Me quedé atónita por un momento y luego me arrepenti de habérselo dicho.
Sin embargo, entrar a los edificios para visitar era el deseo de Noah. Al contarle a Blake, supuse que ayude a Noah a cumplir su deseo.
Una fila de coches estacionados en el imponente vestíbulo del edificio de oficinas en el primer piso.
La puerta del coche se abrió y, después de que Blake salió del coche, se dio la vuelta y extendio la mano con un poco de expectación.
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Me quedé un poco atónita, mirando su gran mano que indicaba su buena voluntad. No queria poner mi
mano sobre ella.
Sin embargo, miré a mi alrededor y vi a mucha gente mirando en nuestra dirección.
Si rechazaba a Blake, le haria quedar mal.
Mientras pensaba, mis dedos ya habian tocado su palma. El apretó mi mano al instante.
Senti una corriente eléctrica correr hacia lo más profundo de mi corazón, haciendo que todo mi cuerpo temblara.
Todas las personas en la escena estaban completamente sorprendidas.
Respire profundamente, sintiendo que estaba asistiendo a una cena elegante, mientras Blake, que me sujetaba la mano, estaba a punto de llevarme al escenario principal.
Era tan extraño. ¿Por qué tendría este sentimiento extraño?
Estaba tan nerviosa y desconcertada.
Tal vez había pasado demasiado tiempo desde que la vida me trató con amabilidad. Ahora que alguien era amable conmigo, me sentia de alguna manera inquieta.
No pude evitar bajar la cabeza y burlarme de mi misma.
Sin embargo, Blake estaba tranquilo y sereno. Asintió cortésmente a las personas que se acercaron a saludarlo.
Estaba segura de que estaba sonrojada.
Finalmente, después de pasar por el gran salón, los dos entramos en el ascensor.
Blake se volvió para mirarme. -Pareces muy nerviosa.
-No… ino lo estoy!– Respondi apresuradamente.
-Tienes la palma de la mano llena de sudor-. Blake se rió.
Me senti abrumada. Rápidamente me solté de su mano y luego toqué mi palma. Efectivamente, estaba. sudando. ¿De qué servía negarlo?
-¿De qué tienes miedo? Todos saben sobre nuestra relación-. Blake se rió,
-Se necesita mucho valor para ser tu novia. Me temo que no tengo el coraje de enfrentar las miradas envidiosas de tanta gente-, dije burlonamente, retorciendo los dedos.
-Pero deberías tenerlo-, dijo en voz baja.
-¿Por qué?– Lo mire extrañada. El no era yo. Era fácil para él decirlo.
-Porque tú diste a luz a mis hijos, y eran dos-. Blake me dio la mejor respuesta.
Me atraganté con sus palabras.