Chapter 649
Chapter 649
Capítulo649
Leonardo sonrió fríamente. -Solo tuve un encuentro casual con esta vulgar mujer, nos cruzamos por mera casualidad. ¿Por qué tendría alguna razón para defenderla? Y, señorita Clara, ¿qué razón tiene usted para ajustar cuentas conmigo?
-Oh, ya veo-dijo Clara con una sonrisa maliciosa, pareciendo un astuto, pero a su vez hermoso zorro. “En ese caso y si las cosas son así, llevaré a la señorita Fátima a dar un paseo por el salón de banquetes más tarde, para que todos, especialmente la señorita Isidora, pueda conocer mejor a
esta valiente y talentosa señorita Fátima.
¡Fátima estaba a punto de llorar de miedo!
Al escuchar esto, Leonardo palideció al instante y clavó una mirada maliciosa en Clara. -Señorita
Clara ¿qué estás planeando hacer?
-No estoy planeando hacer nada-respondió Clara apoyando su brazo en el reposabrazos del sofá,
sosteniendo su mejilla con la mano y con una mirada penetrante-Como dice el refrán, ¡incluso
cuando se golpea a un perro, se debe tener en cuenta al dueño! Solo quiero que quien haya criado
al perro se haga cargo de él. Después de todo, como una joven mujer, no es apropiado que me
ensucie las manos con alguien como esta vulgar mujer, ¿cierto?
Finalmente, Leonardo entendió.
Clara no solo estaba vengándose de Fátima, sino que también estaba desafiándolo a él.
No tenían ninguna disputa ni enemistad entre ellos. No se habían visto en más de diez años, ¿por
qué…?
De repente, Leonardo observó a Aarón de reojo.
Ah, ahora entendía. Era probable que Clara ya supiera lo que sucedió esa noche.
¡Vaya, en realidad un perro que ladra no muerde! NôvelDrama.Org owns © this.
-Señ… Señor García… ¡por favor, ayúdame! ¡Sálvame! -Fátima corrió hacia Leonardo
tambaleándose, pero fue detenida sin ceremonias por el secretario.
-Ofrece disculpas a la señorita Clara, y a la señorita Inés-Leonardo la miró con frialdad.
-Lo siento… ¡fue mi error! Lo siento… ¡lo siento! -Fátima se disculpó mientras se inclinaba con los
ojos enrojecidos hacia ellas.
Diego miró a Clara con admiración en sus ojos, su devoción hacia ella fluía como un río
interminable.
Este hombre es el presidente del grupo García, una figura prominente en el mercado de la ciudad
de México. Además de él, está Alejandro.
Sin embargo, para Clara, ya sea alguien apellidado García o Hernández, ella los ataca sin darles
ninguna cara.
-¿Solo decir ‘gracias’ y dejarlo así entonces? -La hermosa y fría sonrisa de Clara se volvió fría al
instante.
Leonardo se frotó la mejilla. -Samuel.
-Sí, señor García.
El secretario entendió la indirecta y, sin decir una palabra, levantó el brazo y le dio una tremenda
bofetada en la cara a Fátima.
¡Pam!
-¡Ah!
Semejante cachetada hizo que la mujer cayera al suelo, con la boca llena de sangre.
Inés se estremeció y apartó la mirada de semejante espectáculo.
-¡No tengas miedo!, ¡no tengas miedo! tu hermana mayor está aquí. Fue tan solo un pequeño
incidente-dijo Clara mientras abrazaba a su hermana menor, acariciando su nuca suavemente.
Luego, miró a Aarón con resentimiento. -. -Aarón, tú también. Ella está asustada y no vas a
consolarla.
Al escuchar esto, el rostro de Inés se enrojeció, con gran rapidez como el resplandor del sol
poniente.
-Señorita, yo… -Aarón se sonrojó y su corazón latía con fuerza.
-Está bien, está bien. Ya es casi hora, salgamos y la consolamos afuera-dijo Clara mientras
tomaba el brazo de Inés y se levantaba dirigiéndose hacia la puerta.
Antes de salir, lanzó una broma. -Este salón de banquetes es bastante discreto. Por lo general,
nadie se pasa por estos lados, así que dejaremos que el señor García se encargue de la situación.
Pero tendrás que ser rápido, la rumba está a punto de comenzar.