Capítulo 170
Capítulo 170
Santiago se esforzaba en recordar, “Ciudad Frontera, San Pérez, Capital Nube, y Ciudad Morada. Esos son los cuatro lugares que me vienen a la mente.”
Adam, con buena memoria, se las apuntó rápidamente, se puso de pie y montó su motocicleta, “Me voy para casa.”
¡Vrum, vrum!
Aceleró la moto, mientras levantaba una nube de polvo.
Kelvy se rascó la cabeza, “¿Qué crees que le pasa a nuestro hermano Adam?”
Santiago respondió, “Creo que está pensando en su mamá. Estoy seguro de que esos grullas de papel de caramelo tienen algo que ver con la madre de Adam.”
Hace medio mes, él llegó con algunas grullas de papel de caramelo antiguas y le pidió a Santiago que averiguara dónde se producían esos dulces.
Después de investigarlo un poco, Santiago descubrió que esos papeles de caramelo tenían ya 19 años de historia.
Kelvy miró en la dirección en la que había desaparecido la moto y suspiró profundamente, “Escuché que Jana pronto le va a buscar a Adam una madrastra, la verdad es que nuestro hermano Adam también es bastante desafortunado.”
Santiago frunció el ceño, “No van a dejar que la madre de Valeria sea la madrastra de Adam, ¿verdad?”
“¡Me parece bastante posible!” Kelvy asintió con la cabeza.
lan dijo: “Si pudiéramos ayudar a Adam sería genial. La madre de Valeria no parece trigo limpio, y si le da a Adam un hermanastro o algo parecido, ¿qué haríamos?”
Kelvy parecía preocupado, “Ojalá pudiéramos hacer algo por Adam.”
Santiago tuvo una idea, “Kelvy, tu abuela y la abuela de Adam son buenas amigas,
¿cierto? ¿Por qué no le preguntas a tu abuela sobre la madre de Adam?”
“¡Claro!” Kelvy asintió, “Justo en unos días es el cumpleaños de mi abuela.”
Por otro lado.
La abuela Zesati había pasado la tarde en casa de la familia Yllescas y se dirigía a casa en coche.
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Pensando en la hermosa cara de Gabriela, la abuela Zesati se emocionó de nuevo y le dijo al conductor en el asiento delantero, “Salazar, de camino pasemos por el trabajo de Sebastián.”
El Grupo Zesati también tenía una sucursal en Capital Nube.
“De acuerdo.”
La abuela Zesati añadió, “Salazar, ¿cuántos años tienes?”
Salazar sintió un déjà vu al escuchar esta conversación.
Recordó que la última vez que la abuela Zesati le había hablado con bastante rodeos, fue para presumir de lo hermosa que era su nieta política.
No sabía qué querría presumir esta vez la anciana.
“Tengo 28 años.”
La abuela Zesati se sorprendió, “iya tienes 28! Eso te hace dos años menor que Sebastián. ¿Tienes novia?”
“No.” Respondió Salazar.
La abuela Zesati siguió, “¿Tu abuela no te ha buscado una novia bonita?”
“No.” Salazar negó con la cabeza.
La abuela Zesati se recostó en su asiento con una sonrisa en el rostro y exclamó, “¡Es verdad! Después de todo, encontrar a una abuela tan buena como yo en el país Torreblanca es algo imposible, incluso con una linterna. ¡Así que no es raro que no tengas novia!”
Salazar: “. Asi que esta vez había venido a alardear sobre ella misma.
Pronto llegaron al lugar de trabajo de Sebastián.
La abuela Zesati se bajó del coche y se dirigió directamente hacia donde trabajaba Sebastián.
“¡Chiquillo! Adivina a quién acabo de ver.”
“No tengo idea.” Sebastián, con un rosario en una mano y el ratón del ordenador en la otra, le pidió a su secretaria que le sirviera té a la abuela Zesati.
“Sin un ápice de sentido del humor…” la abuela Zesati extendió sus manos con resignación, ¡No me extraña que todavía estés soltero!”
En ese momento, sentía algo de pena por Gabi, preguntándose si en el futuro seria sofocado por la personalidad tan seria de este chico.
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Capitulo 170
Ah, por cierto, tengo algo que quiero mostrarte.
Sebastián levantó la vista hacia la abuela Zesati.
La abuela Zesati rebuscó en su bolso y sacó una bufanda decorada con la imagen de Peppa Pig, “¿Qué te parece? ¿acaso no es una linda bufanda?”
Sebastián asintió con la cabeza.
“¿No vas a decir nada?” la abuela Zesati, sin más, le dio una palmada a Sebastián en la mejilla.