Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 262

lia no queria realmente salir, solo queria evitar que Asier la acompañara a casa.

staba pensando intensamente en cómo despedirse sin dejarlo subir a su departamento.

‘ero, para su sorpresa, él estuvo de acuerdo en salir con ella a otro lugar

lia mantuvo una sonrisa radiante y respondió: “A donde quieras”

isier era alto, casi un metro noventa, mientras que Elia solo alcanzaba el metro sesenta y cinco. De pie frente a él, apenas le llegaba a sus hombros y arecia delicada y diminuta

I la miraba con una sonrisa brillante en el rostro.

Elia sonreia sin mostrar sus dientes, con los ojos brillantes y las cejas arqueadas. Bajo la luz de la calle, sus ojos parecian brillar y sus labios rojos Jarecian una rosa fresca esperando ser recogida.

Se veia inocente y seductora

Su sonrisa hizo que Asier se estremeciera

Inmediatamente sacó su móvil y hacco un número: “Reserva la suite presidencial.”

Su voz era profunda y atractiva. NôvelDrama.Org holds text © rights.

Sin embargo, para Elia, esa voz parecia una cuerda que resonaba en su corazón.

Su sonrisa desapareció de inmediato y preguntó sorprendida: ¿Para que reservas una habitación?”

Asier colgó el telefono, mirándola intensamente, levantó su mentón suavemente y le dijo con voz cautivadora: “Para nuestra cita.”

Elia se quedo perpleja, entendiendo sus intenciones. Era obvio por qué habia reservado la habitación.

Elia se asustó y se aparto, creando una distancia entre ellos. Nerviosa, dijo: “Señor Griera, acaso nunca has salido antes con una mujer? No necesitamos ir a ninguna habitación.”

El tono de Asier era penetrante: ¿Tienes mucha experiencia en citas?”

Su aura fria era aún más helada que el viento nocturno, como si pudiera atravesar los huesos.

Elia se puso tensa y respiró con cautela. Se apresuró a explicar “No es eso lo que quise decir, solo queria tomar un café Te habia comentado que el cafe

de la cafeteria en la entrada de mi barrio es muy bueno. Pensé que lo recordarias.”

La frialdad en los ojos de Asier disminuyó ligeramente “Vamos entonces”

Elia se apresuro a seguirlo.

La cafeteria estaba abierta las 24 horas, cuando llegaron al lugar entraron juntos.

La camarera dijo automáticamente Bienvenidos”

Pero al ver al hombre que entraba, quedó paralizada por su presencia.

Era alto y de excepcional porte, con un aire aristocratico que lo hacía irresistiblemente atractivo.

Nunca había visto a un hombre tan guapo y distinguido.

Su corazon latia con fuerza y no podia apartar la vista de él.

“Hola, ¿podrías traernos el menú?” Elia notó que la camarera se quedó mirando a Asier, completamente atónita.

Elia y Asier ya se habian sentado, pero la camarera todavía estaba en shock. Elia le recordo suavemente.

La camarera volvió a la realidad como si la hubieran electrocutado, y dijo rapidamente Enseguida.”

Se acercó a la mesa y le entregó el menú a Elia, pero no dejaba de mirar a Asier discretamente.

Elia observaba al personal de la cafeteria durante todo el incidente. Le preguntó a Asier: “Señor Griera, ¿qué cafe te gustaría tomar?”

Asier apenas echó un vistazo al menu: “Lo que quieras

“De acuerdo” Elia se giró hacia la camarera y le dijo “Una taza de café americano, por favor, y un café latte. Gracias”

La camarera pareció sorprendida, como si se hubiera dado cuenta de que la estaban observando, y sonrió incómodamente, tomó el menú y se fue a preparar el cale

Ella vie cómo se iba la camarera, luego volvió a mirar a Asier, cuyos ojos eran intensos y un tanto opresivos.

Su corazón empezo a latir más rápido, y rápidamente esbozó una sonrisa, diciendo “Señor Griera, este es un lugar pequeño, rara vez tienen visitas importantes como tú. Esa chica estaba completamente hipnotizada por ti

Asier era increiblemente atractivo, guapo, bien formado, con una presencia impresionante y una elegancia sin igual

Cualquier mujer que lo viera se enamoraria a primera vista de él.

“Ella te envidia“, dijo Asier con su voz profunda.

Elia estaba tomando agua, en ese momento casi se atraganta.

Esa chiquilla claramente lo estaba mirando, ¿por qué la envidiaria?