Capítulo 7
Capítulo 7
apitulo 7 Clara volvié a casa Maite estaba rezando y cuando la vio llegar, sus ojos brillaban con esperanza.
Ella estaba palida y sacudié la cabeza. Maite se decepciond, queria regafiarla un poco, pero al final suaviz6 su coraz6n y simplemente dijo: “Estas empapada, ve a ducharte, no te vayas a resfriar*.
Clara asintid. Se bafio y tom6 medicina, pero al final se resfrid y se sintid un poco mareada. Alas 12 de la noche, Lola llamo, ansiosa por saber el resultado. Clara con voz ronca repitid la historia.
Lola sorprendida dijo: “Flynn puede controlar sus deseos? Ya estaban tan cerca, gcémo pudo resistirse? Clara... gTiene problemas mentales?”
Ella respondié suavemente: “No creo, me parece bastante normal".
Su amiga se sintio aliviada, luego animo a Clara: “Siempre y cuando no tenga problemas mentales, no puedo creer que no puedas conquistarlo*.
Clara sonrié amargamente. Sabia muy bien que, a menos que Flynn lo quisiera, ella no podria atraerlo.
Hablo con Lola por un rato, luego colgé y continud durmiendo. Cuando desperto, ya era mediodia y Maite no estaba en casa, la casa estaba muy tranquila.
Clara se sentia peor, se tomo la temperatura y tenia 39.5 grados. Se levantd con dificultad, comid algo y luego fue al hospital.
Habia mucha gente en el hospital, tuvo que esperar una hora para ver al médico, quien le puso una via intravenosa. Cuando Clara se puso la via, ya eran las tres de la tarde. Los Ultimos dias habian sido agotadores y se quedo dormida en la silla después de media hora.
Flynn estaba en el hospital recogiendo medicamentos para su madre cuando vio a Clara en la sala de tratamiento intravenoso. La chica estaba durmiendo. Su rostro dormido estaba palido y parecia lastimosa.
Flynn la miré por unos segundos. Montserrat Bécquer not6 la mirada de su hijo, también miré y luego dijo con sorpresa: “Flynn, ~conoces a esta sefiorita?”
El respondié con indiferencia: “Solo la he visto una vez‘.
Dofia Montserrat le dijo a su hijo: “Estaba registrandome, no me esperaba que el proceso del hospital fuera tan complicado ahora, ella me ensefid, no me esperaba que la conocieras*.
Flynn volvié a mirar a Clara.
En ese momento, ella se desperto y al ver a Flynn, olvido la aguja en su mano y se levanté apresuradamente. De repente, el liquido en la tuberia se volvié rojo brillante, Clara fruncié el cefio, grité de dolor y se sent6 rapidamente.
Flynn fruncié el cefio.
La dofia Montserrat tenia una buena impresion de Clara y le dijo a su hijo: “Flynn, quédate con la sefiorita, es triste verla enferma y sola*.
El no queria quedarse, pero ante la mirada de la doria Montserrat, finalmente accedio. Clara ni siquiera tuvo tiempo de oponerse.
Flynn llevé a su madre al estacionamiento, el conductor ya estaba esperando.
Antes de subir al coche, la dofia Montserrat dijo: “Creo que esta Srta. Castillo es buena. Flynn, ya tienes la edad de casarte, si encuentras a la chica adecuada, no dudes‘.
Flynn se metié las manos en los bolsillos y sonrié levemente. ;Seguiria su madre tan entusiasmada si supiera que Clara era la exnovia de Raul? Se las arreglé para hacer algunas respuestas vagas. La dofia Montserrat no podia forzarlo, solo podia suspirar para si misma.
Flynn volvi6 a la sala de tratamiento intravenoso, Clara estaba sentada alli, pero parecia distraida. No podia negar que le gustaba el cuerpo de Clara, especialmente esas largas y delgadas piernas que le gustaba tener en sus manos, era emocionante. Pero sus pensamientos se detuvieron ahi. Solo queria tener su cuerpo, pero no queria involucrarse en su vida.Còntens bel0ngs to Nô(v)elDr/a/ma.Org
Se sent6 al lado de Clara y pregunt6 con indiferencia, “;Cuanto liquido intravenoso te falta?”
Clara no esperaba que él realmente regresara y no se atrevia a ofenderlo, asi que respondid en voz baja, “Solo queda una botella y estaremos listos*.
Flynn no dijo mucho mas, bajé la cabeza y comenzo a trabajar en su movil. Clara no encontré un tema de conversacion y lentamente se volvié a dormir.
Entre suefios, parecia oir a Flynn hablando con la enfermera, luego sintid que una chaqueta se colocaba sobre sus piernas, cubriendo sus piernas desnudas de forma segura...